Vamos a hablar a continuación de un dolor que aparece en la nalga, muchas veces ocasionado tras una caida en esa regíon, aunque no es siempre el desencadenante, que se irradia a sus alrededores y que tras estudios radiológicos y pruebas más específicas no llegamos a encontrar una causa desencadenante clara en columna lumbar ni en la cadera ... hablamos de una patología cuyo diagnóstico es principalmente clínico y de sospecha y que siempre debemos tener en mente.
Se puede definir el "síndrome del músculo piramidal" o “síndrome piriforme” como el conjunto de signos y síntomas que originan la compresión del nervio ciático en su salida de la pelvis a través del canal situado entre el músculo piramidal y el gémino superior. Para que todos lo entendamos, este músculo sufre una contractura o acortamiento e irrita el nervio ciático que pasa por debajo, dando lugar al dolor en la región glútea y puede irradiarse a la zona lumbar y a la parte posterior y distal del muslo.
El músculo piramidal es un músculo plano que se origina en la cara pelviana del hueso sacro, entre los agujeros sacros segundo a cuarto, y va a insertarse por medio de un tendón largo en el borde superior del trocánter mayor. Inervado por una rama del nervio ciático mayor, delimita dos pequeños intersticios en el agujero sacrociático mayor: el agujero infrapiriforme, por el que pasan el nervio ciático mayor, los vasos glúteos inferiores, el nervio ciático menor, los vasos pudendos internos y el nervio pudendo interno, y el agujero suprapiriforme, por el que transcurren los vasos glúteos superiores y el nervio glúteo superior. Aunque se han descrito hasta 6 tipos de variaciones anatómicas en la relación entre el nervio ciático y el músculo piriforme, en más del 80% de los casos se encuentra un nervio único pasando por debajo del piramidal. Cuando la cadera está en extensión, su función es rotador externo, sin embargo, con la articulación de la cadera flexionada el músculo se convierte en abductor del fémur”.
- - Sobrecargas musculares
- - Alteraciones biomecánicas
- - Traumatismos
- - Sedestación prolongada
El dolor es el SÍNTOMA primordial en esta patología. Suele tratarse de un dolor profundo en la región de la cadera y de las nalgas, pero en ocasiones se puede irradiar hacia la región lumbar de forma menos habitual o hacia la parte posterior del muslo llegando a la rodilla, incluso aunque menos frecuente también hasta la pierna y el pie, confundiéndose con una hernia discal lumbar. No es rara la sensación de hormigueo y entumecimiento en la pierna sin otras alteraciones motoras asociadas. Existe dificultad para sentarse, todo dependiendo de la gravedad del cuadro.
DIAGNÓSTICO
- El test de Lassegue: dificultad para la elevación de la pierna recta que probablemente depende más de la compresión nerviosa en el agujero ciático mayor y muy en relación con patología lumbar.
- La maniobra de Freiberg (rotación medial forzada del muslo extendido) pone en tensión el músculo piriforme, produciendo dolor
- El test de Pace implica la recreación de los síntomas ciáticos. Este test se hace con el paciente en lateral con el lado afectado hacia arriba, la cadera flexionada unos 60º y la rodilla flexionada entre 60º y 90º. El examinador rota internamente y aduce la cadera aplicando una presión hacia debajo de la rodilla, mientras el paciente resiste al examinador hacia la rotación externa y la abducción de la cadera. Alternativamente, el test puede ser realizado con el paciente en supino o sentado, con la rodilla y la cadera flexionada y la cadera rotada medialmente, El test es positivo si reproduce los síntomas de la ciática.
- Maniobra de Beatty, el Paciente yace en una camilla sobre el lado no afectado. Se coloca la pierna afectada por detrás de la no afectada con la rodilla flexionada sobre la camilla. Al elevar la pierna unos centímetros separándola de la camilla se produce dolor en la nalga.
- Prueba de Mirkin, el Paciente debe estar en bipedestación, manteniendo las rodillas rectas e inclinándose lentamente hacia el suelo. El explorador debe presionar sobre la nalga en el lugar donde el nervio ciático cruza al músculo piriforme, produciendo dolor que comienza en el punto de contacto y se extiende hacia abajo por la cara dorsal del muslo.
Posteriormente se le asignará al paciente un programa de ejercicios de estiramiento para que lo realice por cuenta propia.


Estas infiltraciones irían acompañadas de un programa de ejercicios y estiramientos para complementar la curación definitiva, algo que no es fácil.
La cirugía es el último recurso en casos muy rebeldes. El objetivo de la cirugía es reducir la tensión del musculo piriforme que puede tener, así como la exploración del nervio ciático que no haya bandas fibrosas o compresiones. La liberación quirúrgica se ha demostrado que resulta innecesaria cuando el síndrome del piriforme es provocado por los puntos gatillos existentes en el músculo.
PREVENCIÓN