Nacho Urbano Bazán
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Me gustaría compartir mi experiencia después de casi tres años con una fascitis plantar. Tengo 47 años. He tenido una dilatada carrera deportiva a nivel medio/alto. He hecho de todo lo que se puede hacer para recuperar una lesión de este tipo, yendo, en mi opinión, paso a paso, pero con éxito al final y cuando estaba a punto de tirar la toalla.
Empecé visitando a un traumatólogo que me la diagnóstico tras mandarme pruebas complementarias como radiografías, ecografías y resonancia. Me recetó 10/20 sesiones de fisioterapia. Terminé el tratamiento dándome 5 sesiones de ondas de choque y apenas mejoré.Volví al traumatólogo y decidí infiltrarse corticoides que durante tres meses me alivió hasta el punto de poder hacer algo de ejercicios funcionales y gimnasio.
Volví otra vez a recaer y me hice 7 veces la EPI y 5 veces más me di ondas de choque. Sin resultado positivo.Volví a otro fisioterapeuta y mejoré haciendo estiramientos concretos pero en cuanto entrenaba de una manera más intensa volvía a aparecer el dolor.Cambié todos mis zapatos deportivos y de vestir. Los buscaba con un poquito de tacón y buena amortiguación. Compre varias zapatillas de la marca Sckechers y me fue bastante bien.He tenido tres pares de plantillas diferentes. Las últimas realizadas por un especialista después de realizar un estudio biomecánico de la pisada. Mejoré pero....No remitía por completo el dolor.Me volví a infiltrar esta vez un esteroide y me duró el efecto un mes.
Compré las plantillas "milagrosas" del doctor Scholls y me coloqué durante un tiempo unas taloneras de silicona antes de llegar a plantearme una operación.
Pero un día me recomiendan que visite Clínica Salux y hablé con Antonio Moro Pantoja. Antes de empezar el confinamiento lo visito y después de contarle mi historia me dice que mi problema es la alimentación en gran parte. Yo me quedo de piedra porque siempre he presumido de comer bastante saludable. Me comenta que hay ciertos alimentos que pueden estar perjudicándome y que si sigo lo que él me dice me cura en varias sesiones. La duda revolotea mi cabeza, porque me costaba creer todo lo que me decía, pero asiento y le digo que qué mejor momento para cambiar mis pautas de alimentación que durante el confinamiento por el covid-19. A los 12 días me levanto de la cama y al poner en pié en el duelo no siento dolor. Me ha tratado la cadera, la barriga, la espalda y el pie de pasada pero el caso es que me he recuperado totalmente. He notado una desinflamación generalizada del cuerpo al perder 3'700 kg cambiando unos alimentos por otros.
También remitió una tendinitis en el hombro que también había realizado diferentes tratamientos y con la que llevaba años, sin tocarlo de forma directa y solo con los cambios alimenticios. Me lo dijo el primer día: - Creo que puedo arreglarte el hombro sin ni siquiera tocarlo, solo con la dieta! Por supuesto, difícil de creer.
Mi agradecimiento , Antonio, por la experiencia vivida al acoger mi lesión como un reto profesional y personal. Cualquier otro hubiera tirado la toalla después de todo lo que he pasado