Gerardo Fernández
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Llevamos a nuestro bebé para que Antonio lo tratara, pues estaba muy nervioso y apenas dormía.
Antonio lo trató, y ahora el niño es otro. Duerme sus horas, y además, lo podemos dejar tranquilo en su cuna o en su hamaca, cuando antes no aguantaba ni cinco minutos.
Su trato ha sido ejemplar, nos explicó con todo lujo de detalles todo el proceso de masajes que le ha practicado al peque, y su sinceridad, nos dio una confianza total.